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Fue en la época de Salvador Rocha Vargas como secretario estatal de
Seguridad Pública y Francisco Velasco Delgado (a) “El Vikingo” como titular
de Seguridad Pública en Cancún, cuando se acordó el reforzar la vigilancia en
la zona hotelera e incluso, se instalaron varias cámaras de seguridad que
sólo sirvieron de adorno, pues nunca dieron resultados positivos.
Así, el tiempo ha pasado y la problemática sigue en aumento en cuanto a la
venta y distribución de drogas en la zona hotelera, misma que quedó
confirmada con la doble ejecución del pasado jueves y en donde Alejandro Tuc
Puc y Héctor Ramírez Díaz, primero fueron levantados de la zona de playas y
posteriormente ejecutados. Sus cuerpos fueron arrojados en la colonia
Alamos.
Y es que, la historia de corrupción, venta y distribución de drogas en la
zona hotelera de Cancón continúa y en donde brazaleteros y vendedores de
“servicios turísticos” (tours), son quienes en pleno Party Center, los
encargados de la distribución de los enervantes al servicio de “Los Zetas” y
para hacer bien su trabajo, cuentan con el apoyo incondicional tanto de la
Policía Turística como de la Policía Judicial del Estado (PJE) que no sólo
les brindan protección, sino hasta llevan la mercancía para que sea vendida
entre los turistas.
Estas revelaciones no hacen más que confirmar que la zona hotelera de Cancún
representa para los cárteles de la droga, la rebanada mayor y más importante
del pastel (la plaza), pues ahí cubren dos mercados que es en estos momentos
el turismo nacional y los extranjeros.
Los principales punto de venta de drogas en el “Callejón de los Milagros”,
como se le conoce al Party Center, son en las afueras de los bares y
discotecas de la zona, y en estas áreas los que operan son los famosos
brazaleteros que venden además de diversión a los turistas, enervantes
principalmente de “Los Zetas”.
Además, esto deja ver el alto grado de corrupción y complicidades de los
cuerpos policíacos, ya que se supone que en este “Callejón de los Milagros”,
debería de haber funcionando al menos dos cámaras de videovigilancia, pero de
ellas se desconoce su paradero.
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